MediStart – Estudia medicina sin notas de corte ni larga espera

¿Y si la nota de corte no fuera la última palabra?

 

En España, convertirse en médico depende —en demasiados casos— de un número. No de un encuentro casual con una profesora de Biología que te cambió la vida, ni de las horas de voluntariado en una residencia. No: de una cifra, fría y despiadada, que decide si puedes ejercer la medicina… o si mejor te dedicas a soñar con ella desde la grada.
Sin embargo, al otro lado de los Pirineos, las cosas son —por usar una metáfora médica— menos paliativas y más terapéuticas. En varios países europeos, existen universidades que no condenan a los aspirantes a la tiranía de la nota de corte. Allí, lo que se valora no es tanto cuántos decimales alcanzaste en un examen masivo, sino si realmente late en ti una vocación.
La agencia MediStart España abre las puertas a prestigiosas facultades —muchas de ellas públicas y reconocidas en España gracias al omnipresente Plan Bolonia— sin necesidad de pasar por el embudo selectivo de la EBAU. ¿Y qué piden a cambio? Algo radicalmente subversivo: motivación, compromiso, potencial. Virtudes que, hasta ahora, no suelen figurar en las casillas del boletín de notas.
Para obtener plaza, basta con superar un examen sencillo y una entrevista de tipo motivacional. Este examen no busca hacerte tropezar con preguntas difíciles, sino conocer si sabes por qué quieres estar al otro lado del fonendoscopio.
Claro, también está la ruta de las universidades privadas en España. Algunas no piden nota mínima, y si lo hacen, lo hacen con discreción: un 5, a veces ni eso. El precio, sin embargo, puede hacerte considerar seriamente una segunda carrera. Porque sí, estudiar en privado cuesta, y no solo en euros, también en renuncias.
También existe la opción del ciclo formativo de grado superior en el área de la salud, como trampolín hacia la universidad. O irse fuera, estudiar en el extranjero y volver luego para presentarte al examen MIR. Un viaje largo, sí, pero más realista que esperar a que bajen las notas de corte como si fueran las temperaturas en agosto.
Entonces sí, es posible estudiar Medicina sin nota de corte, si uno está dispuesto a mirar más allá de las fronteras —geográficas y mentales—. Algunas universidades europeas prefieren medir la vocación en conversaciones, no en números:
• Valoran la motivación personal.
• Evalúan conocimientos reales en Biología y Química.
• Hacen entrevistas de tipo motivacional.
• Toman en cuenta recomendaciones y actividades extracurriculares, porque saben que curar también es una cuestión de carácter.
MediStart, incluso, ha tejido acuerdos exclusivos con ciertas universidades para permitir el ingreso sin pruebas ni notas elevadas, siempre que el aspirante acredite al menos un 7 en Biología y Química. En otras palabras: quieren saber si podrías cuidar a alguien, no solo si recuerdas la tabla periódica.
Porque, al final, la verdadera vocación médica no se demuestra con notas, sino con la voluntad de ayudar y acompañar a quienes lo necesitan.